Duda

¿Qué otro miedo mas grande puede haber, que el temer perder a la persona amada?...
Hay ocasiones en que ella se pregunta si hizo bien en decir “acepto” aquella tarde, si no fue un arrebato demasiado grande el querer ser feliz… pero ¿es que ella no merecía serlo? Porque al caminar por las calles se daba cuenta de que todos iban con su mano atada a alguien, hijos, padres, amigos… su amor… ¿y ella? ¡Había esperado tanto por ese momento!, el día en que ese hombre llegaría a decirle “te amo”, la abrazara, la besara…
… y ya han pasado meses, ella ha sido feliz, ella a podido, por primera vez en su vida experimentar lo que es caminar con la mano atada a la de una persona por la que daría la vida… pero hay algo raro en su ambiente… ese temor de mierda a que un día llegue y él ya no sienta lo mismo, a que él la encare y le diga “se acabó…”. Tiene miedo a sentirse traicionada ¿tan fuertes han sido las caídas pasadas, tan profundas fueron aquellas heridas? Ese terror a ser traicionada… es agotador ¡todo! Ya no quiere sentir desconfianza, se odia cada una de las veces en que se ha encontrado dudando, y cada día se pregunta, ¿es que el amor da paso también a la duda? ¿puede una persona que ama pensar que todo algún día tendrá final?... y su corazón lo grita, le reclama ¡NO!, pues el amor no debería dar paso a esos sentimientos vanos, que solo problemas traen si se comentan, que solo amarguras pueden hacer sentir, que sin pensarlo dos veces pueden aguar la felicidad que tanto le costó encontrar. Y es cuando el miedo la invade… y la consume por dentro… no quiere dudar de él… no quiere sentirse basura por dar paso a que estúpidos pensamientos entren así, sin mas ni mas.
Entonces ocurre… escucha su voz… lo siente… voltea y lo ve ahí. Él sereno como siempre, con su sonrisa amplia y esa mirada que ella tanto ama… la abraza, la besa, le dice que la ama, ella solo siente… siente sus brazos rodeando su cintura, sus manos fuertes aferrándose a su cuerpo, sus labios tocando los suyos… y es cuando todo el mundo se desvanece, solo ellos existen en ese mundo que ambos crearon y ¡por fin! ella deja de dudar… ¿pero por siempre?...
… tarde o temprano volverán esas malditas interrogantes a su cabeza, sentirá nuevamente ese miedo que la aturde, volverá a atormentarse con ideas absurdas… y es cuando la necesidad de volver a verlo será mas fuerte, es cuando necesitará escuchar su voz, ver sus ojos, sentirlo cerca nuevamente, y así poder comprobar que nada de eso es verdad, que las dudas no existen cuando el amor está…