Y es que el ser humano es un animal complejo, lleno de dudas, de contradicciones…
Es curioso todo esto ¿no lo creen?, cuando se está tan convencido de algo, cuando uno dice “¡no... ya no lo haré más!”, y sin darse cuenta, se vuelve a caer, se vuelve a pensar que todo puede ser bello, que la felicidad no es un bien escaso y exclusivo solo para aquellos que dicen tener “suerte”… y la duda, deja de ser duda, pues esta se transforma en una obstinación, el deseo incontrolable de no dejar ir algo que te provoca alegría, plenitud, placer…
Es curioso todo esto ¿no lo creen?, cuando se está tan convencido de algo, cuando uno dice “¡no... ya no lo haré más!”, y sin darse cuenta, se vuelve a caer, se vuelve a pensar que todo puede ser bello, que la felicidad no es un bien escaso y exclusivo solo para aquellos que dicen tener “suerte”… y la duda, deja de ser duda, pues esta se transforma en una obstinación, el deseo incontrolable de no dejar ir algo que te provoca alegría, plenitud, placer…
Pero están esos miedos… ese temor a que alguien te muestre otra sorpresa esagradable, a que eso que te causa tanta dicha vuelva a transformarse en un maldito cacho, en algo que te hace ver todo borroso, que te hace caminar a través de la niebla sin rumbo fijo… y otra vez esa obstinación da paso a la duda…
Y entonces ¿Qué se hace?, se coge el teléfono, se hace una llamada, o simplemente, por esas cosas del destino, caminamos un par de pasos y llega una nueva brisa, que trae consigo un abrazo, una mirada, un beso… y te hace, extrañamente, sentir una seguridad casi paranormal, sin ninguna explicación lógica, pues es una seguridad que renace como el fénix, que cuando se cree muerta, ahí se encuentra como si nada… y es cuando, la duda, el miedo, desaparece, dando paso al sentir cálido de ese contacto con ese otro ser humano…
Si… es complicado el ser humano… he aquí, quien les escribe, una muestra clara de todo esto.
0 cosillas:
Publicar un comentario