martes, 19 de mayo de 2009

Buena Madera... gracias Mario Benedetti



Lunes 12 de agosto

Ayer de tarde estábamos sentados junto a la mesa. No hacíamos nada, ni siquiera hablábamos. Yo tenía apoyada mi mano sobre un cenicero sin ceniza. Estábamos tristes: eso era lo que estábamos, tristes. Pero era una tristeza dulce, casi una paz. Ella me estaba mirando y de pronto movió los labios para decir dos palabras. Dijo : "Te quiero". Entonces me di cuenta que era la primera vez que me lo decía, más aún; que era la primera vez que lo decía a alguien. Isabel me lo hubiera repetido veinte veces por noche. Para Isabel, repetirlo era como otro beso, era un simple resorte del juego amoroso. Avellaneda, en cambio, lo había dicho una vez, la necesaria. Quizá ya n precisa decirlo más, porque no es un juego: es una esencia. Entonces sentí una tremenda opresión en el pecho, una opresión en la que no parecía estar afectado ningún órgano físico, pero que era casi asfixiante, insoportable. Ahí, en el pecho, cerca de la garganta, ahí debe estar el alma, hecha un ovillo. "Hasta ahora no te lo había dicho ", murmuró, "no porque no te quisiera, si no porque ignoraba por qué te quería. Ahora lo sé" . Pude respirar, me pareció que la bocanada de aire llenaba mi estómago. Siempre puedo respirar cuando alguien explica las cosas. El deleite frente al misterio, el goce frente a lo inesperado, son sensaciones que a veces mis módicas fuerzas no soportan. Menos mal que alguien explica siempre las cosas. "Ahora lo sé. No te quiero por tu cara, ni por tus años, ni por tus palabras, ni por tus intenciones. Te quiero porque estás hecho de buena madera." Nadie me había dedicado jamás un juicio tan conmovedor, tan sencillo, tan vivificante. Quiero creer que es cierto, quiero creer que estoy hecho de buena madera. Quizá ese momento haya sido excepcional, pero de todos modos me sentí vivir. Esa opresión en el pecho significa vivir.

"La Tregua", Mario Benedetti


Hace ya dos días, al enterarme del deceso de este gran poeta, lo primero que se me vino a la mente fue este tan conocido libro, que por lo demás, es mi favorito. Por esas cosas del destino, minutos más tarde lo encontré entre unas carpetas que estaban en mi casa, luego de estar perdido por casi dos años. Lo primero que atiné a hacer fue abrirlo, y cayó en esta página, la 145… mis ojos se fueron sin querer, deslizándose línea tras línea, como si fuese la primera vez que leía este trozo… luego lo cerré.
Ayer, al volver a casa luego de una triste tarde, me topé otra vez con el libro, lo abrí, y volví a caer en la misma página… y mis ojos otra vez se deslizaron,, pero esta vez mas atentos que la vez anterior, ya no solo lo leí, sino que sentí cada una de las palabras que ahí estaban escritas… y algo me pasó, esa sensación que hizo de este libro mi favorito…
Me lleno de nostalgia al leerlo una vez mas, me lleno de pena al saber que su autor ya no estará más, y me lleno de paz al saber que nos ha dejado gracias a su talento, su esencia…
Esta parte del libro no pudo llegar en mejor ocasión… en realidad, siempre lo ha hecho, desde aquel minuto en que por obligación debí leerlo, y por sumo placer repetí la experiencia dos, tres o cuatro veces… pero hoy adquirido un significado, cada frase, cada palabra… esa opresión en el pecho que sintió Martín Santomé y las palabras dichas por Avellaneda “Te quiero porque estás hecho de buena madera”… es como si en ambos estuviese algo de lo que hoy en día siento… igual que en aquel entonces, igual que esa tarde en que me sumergí en sus páginas por primera vez…
Hoy me sumo al dolor por la pérdida de un grande en la literatura hispana… y me sumo también al dolor por la pérdida de otro grande, en otro lugar, donde se que hará falta y se le extrañará, pero somos humanos, cada uno debe seguir su camino… pero eso es asunto de otra nota.

Mario Benedetti… gracias por escribir.

3 cosillas:

Lilyth on 19 de mayo de 2009, 13:24 dijo...

Te has dado cuenta de la cantidad de posts que se han publicado para rendirle homenaje? de ambos lados de los continentes, su partida ha provocado una conversación entre dos mundos que poco se ve en nuestros días...

··· Claudia.Lii on 19 de mayo de 2009, 13:31 dijo...

es lo menos que un escritor como él merece...

Mouchette on 19 de mayo de 2009, 19:18 dijo...

"La tregua" ha sido uno de los libros que me ha dejado con un nudo en la garganta.
No lamentaba la muerte de alguien desde Layne Staley :P


(perdón por la intromisión)

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