Mirando el techo me puse a pensar en que...

Tengo mala suerte en cuanto a relaciones, digamos, amistosas, específicamente con mujeres… quizás no soy una buena amiga, o bien, tengo mal ojo y siempre me acerco a las personas que no son las correctas.
Tengo amigas de años, si, pero no intimas que son como hermanas, solo amigas. La que un día fue mi hermana prácticamente, terminó por alejarse y sepa cómo va su vida ahora, y a pesar de que la busqué y hablamos, hoy, nuevamente no está… ya no soy la niñita de colegio, y me he hecho más fuerte, no me duele la situación, pero da lata.
Las que un día fueron casi mis hermanas (digamos que alcanzaron para primas), resulto que hoy en día ni se acuerdan de mi, y yo, bueno, también me aleje de a poco hasta llegar a como estamos hoy, yo con mi cuento, el que creo, nunca lograron entender… y no me enorgullece del todo ser una persona no tan solo de letra “ilegible”, sino que en la personalidad muchas veces también, porque a veces lo he pasado mal por esta situación, suelo no congeniar mucho con la gente, soy un tanto distinta, algo rara, con gustos extraños y que no congenian entre si, con sueños raros, con mis percepciones huevonas que me dan de vez en cuando, esos presentimientos estúpidos, mis libros, mi cuasi anarquía ante la vida… mis ganas de irme al sur algún día, vivir lejos…
Son cosas que ellas no entendieron… y admito mi responsabilidad, no las consideraba de absoluta confianza para abrirles mi vida entera como entre ellas lo hicieron…
También hubo algo de desilusión… lo cual creo que en cada distanciamiento está presente por lo menos desde uno de los dos lados, no sé si el de ellas, pero si del mío… pero de eso no hablare ahora..
Hay días en que extraño algunas cosas de alguna de esas amigas que pasaron por mi vida… pero tampoco muero porque vuelvan, extrañamente, me siento plena, por fin pase geo masacre, y estoy más convencida que nunca que ser profesora es lo que quiero, lo mío, lo que me encanta y amo, tengo al hombre que amo a mi lado y quien además es mi mejor amigo, y estamos mejor que nunca y como jamás pensé estarlo después de todo lo que hemos pasado… y sí, tengo amigas, (no primas ni hermanas), solo amigas y que hasta ahora han sido buenas y no me han decepcionado… y espero que yo no a ellas.
Igual.. creo que necesito alguien que me de algún concejo con respecto a este tema, porque, ahora que lo pienso, jamás nadie me dijo como se llevaban este tipo de asuntos, y es chistoso, en temas mucho más complicados sé cómo manejarme.

Dios... mira la cagá que quedó.

Siempre es lo mismo, cuando ya creo que todo puede mejorar, que las cosas pueden marchar un poco mejor, viene algo y lo mata, lo aplasta como un mosquito, sin piedad, sin pensar en que sea como sea duele... y duele mucho.
Siempre me manifesté como una persona súper creyente, iba a la iglesia, participe activamente de ella, me confesaba, comulgaba, rezaba... pero aun así las cosas nunca mejoraron, por lo que opté a modo de auto consuelo, pensar que Dios solo ponía las piezas y el era un mero espectador... pero cada vez que la escena se vuelve a repetir, que mi infancia toca a la puerta y me dice que esa vida de mierda no quiere dejarme, ahí pienso en Dios, ¿qué mierda quiere que haga? no he sido una perra con los demás, o por lo menos siempre trato de poner mis mejores intenciones ante nada, me trago los gritos e improperios que le mandaría al mundo, a ese mundo sobre todo, he disculpado a la gente, me he disculpado también... ¿y entonces? aun así no veo mejora, sigue siendo un circulo vicioso... ¿¡qué quieres, que de mas limosnas o que mierda!? aun asi siempre algo ocurre... y lo caga todo...
Y puede que, Dios mío, esté cometiendo "pecado" con decir que ahora tiene nombre y apellido la personilla culpable de todo, que aunque se aun le falta vida, hay límite para el "ahuevonaje" y la "pendejería", y si, no es solo esa persona, son todos los encargados de ella... pero ya no doy más, al final creo que el golpe lo daré yo... y ¿sabes Dios? me meto por la raja el pecado, porque estoy harta de que siempre algo cague todo, esto es el límite de la injusticia, por una vez, ¡échanos una mano!

Hoy, si, tengo pena, y tengo una rabia enorme, y si, también tengo ganas de llorar, pase una tarde bella y llega algo y me caga la cabeza... justo cuando tengo que seguir estudiando...