sábado, 30 de mayo de 2009

Sobre políticos… simplemente una opinión personal.


Comentaba con un… “viejo amigo”, como se han estado dando las actitudes en los distintos candidatos a la presidencia. Que Piñera, que Zaldivar, que Frei, que Ominami… durante este ultimo tiempo, siempre se dedica un espacio en las noticias para hablar de los pasos a seguir de cada uno de estos señores, que se han llenado la boca diciendo, en resumidas cuentas “es que queremos lo mejor para el país” y yo me pregunto ¿Qué es lo mejor según ellos?

Quizás puedo parecer un poco extremista en mi comentario, pero de verdad, me ahoga prender el televisor y verle la cara a cada uno de estos “señores” que no fueron capaces de esperar que la carrera presidencial se lanzara de manera más formal para comenzar a hacerse propaganda. Es cosa de mirar un poco hacia atrás, al comienzo del gobierno de la Presidenta Bachelet, cuando el candidato por renovación nacional, cuando el nuevo gobierno no llevaba ni un año, ya estaba diciendo “en mi gobierno no ocurrirá esto”… me recordó al ciclista chileno que iba corriendo solo en las olimpiadas… solo espero que este sea capaz de llegar al final a ver el resultado, sea como sea que salga.

Y el señor Frei, ex presidente de la republica, ¿Cuál es la necesidad de postularse nuevamente a la moneda? ¿Tan faltos estamos de líderes políticos en este país?

En cuanto a Zaldivar, un renegado de su partido, y Ominami, bueno, si queremos rostros nuevos ahí hay uno, pero ¿es eso suficiente para poder gobernar un país?

No se que pasa en Chile, definitivamente estamos no solo pasando por una crisis económica, ni un brote de influenza humana, pues, estamos frente a un necesidad de que nuevas personas se sumen a la política en este país, y a riesgo de caer en equivocación, (aunque no es mucho problema, pues estoy dando a conocer una opinión netamente personal, es obvio que mas de algún error puedo tener), parémosla, pero enserio, de tanto chaqueteo político, aún estos “caballeros” se sacan en cara las cosas que ocurrieron hace mas de treinta años, aun estos “señores” no son capaces de hacer una campaña sin basurearse los unos con los otros, aun no pueden estar en un recinto y parecer lideres que den realmente ganas de seguirlos.

No soy comunista ni derechista, tampoco de centro… la verdad, no me gustan los partidos políticos, pues, si queremos realmente lograr una unidad en este país, a mi parecer, esas cosas no ayudan…

Muy de acuerdo estoy con lo que conversaba hace mucho con ese amigo, pues son las personas son las que realmente valen al momento de elegir lideres... lastima que en este país, y siendo bien realistas, eso no basta aun para elegir un buen presidente, y los culpables de esto, no solo son los “señores políticos” que se pasan sus días ideando que estrategia es la mejor para que su coalición llegue a ocupar el sillón presidencial, sino que además somos nosotros, las mismas personas que no somos capaces de exigir y gritarles “¡oigan, ya paren de utilizarnos como trampolín para cumplir sus propias ambiciones!”.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Y ese día fue más bello que hoy



Ahora que me doy cuenta, jamás publiqué la alegría que sentía cada vez que llegaba el 20 de cada mes, ese goce de que llegase pronto el momento en que nos veríamos, nos abrazariamos, y recordaríamos lo lindo y lo chistoso que fue ese día en que tuvimos la descabellada idea de continuar tomados de la mano…
No sé porque nunca lo comenté aquí… quizás daba mucha importancia a esos sentimientos pesimistas al momento de escribir… o bien simplemente esos días me ilusionaba tanto con lo que haríamos para conmemorar el “día De” (no lo pongo con “D”, para que no sea como el de la segunda guerra mundial) que no había espacio en mi para detenerme frente a un computador solo a escribir lo que sentía, pues prefería experimentarlo…
Y hoy… hoy por primera vez, en la corta vida de este blog, escribo un día 20, un día que hace siete meses me dijeron que jamás volvería a estar sola, un día en el que hace 3 meses fuimos a comer churros al centro porque no había plata para mas ¡pero que importaba!, pues por fin estábamos juntos, un día en el que hace un mes hicimos el esfuerzo de guardar un par de ticket para ir a comer decentemente conmemorando el tiempo que llevábamos y que pensamos sería mucho más, pues nada ni “nadie” podría jamás separarnos… y hace ya casi tres semanas, pude ver como una persona se cambió de corazón como quien cambia de calcetas, o bien, me dieron a conocer la estafa o lo que significa ser el pañuelito para alguien que solo quiso intentar olvidar (esto último lo digo netamente desde mi parte racional)
Ahora solo quiero que llegue mañana, ver el último discurso de la presidenta contaminándome los pulmones lejos de Chillán, pensando en que el 20 solo fue un día más en el calendario (bastante pesado por lo demás)…
… y si, duele, todavía… y aun aburro a alguna amiga con mis dudas que generalmente terminan en mas de alguna lágrima (“¡PATETICO!” Dice mi parte racional, “¡HORRIIIBLE!”, como diría un amigo), esa impotencia de no poder entender a ese demente, que otra vez me muestra esa muralla ante sí, y que solo deja ver esa mirada que creí ya extinta....
Hay miles de fechas que me lo van a recordar… sobre todo por estos días, promesas, pactos, simples recuerdos que sentí verdaderos cuando fueron el presente…
…pero hoy simplemente añoro, extraño, y no al amigo solamente, extraño a mi compañero, extraño a mi amante, lo extraño tanto al mismo tiempo que mi parte racional me dice que fui total y absolutamente estafada… mi parte sentimental me dice que fueron 6 de los meses más bellos que he tenido en mi vida… y el tiempo me sigue repitiendo, déjame pasar.

martes, 19 de mayo de 2009

Buena Madera... gracias Mario Benedetti



Lunes 12 de agosto

Ayer de tarde estábamos sentados junto a la mesa. No hacíamos nada, ni siquiera hablábamos. Yo tenía apoyada mi mano sobre un cenicero sin ceniza. Estábamos tristes: eso era lo que estábamos, tristes. Pero era una tristeza dulce, casi una paz. Ella me estaba mirando y de pronto movió los labios para decir dos palabras. Dijo : "Te quiero". Entonces me di cuenta que era la primera vez que me lo decía, más aún; que era la primera vez que lo decía a alguien. Isabel me lo hubiera repetido veinte veces por noche. Para Isabel, repetirlo era como otro beso, era un simple resorte del juego amoroso. Avellaneda, en cambio, lo había dicho una vez, la necesaria. Quizá ya n precisa decirlo más, porque no es un juego: es una esencia. Entonces sentí una tremenda opresión en el pecho, una opresión en la que no parecía estar afectado ningún órgano físico, pero que era casi asfixiante, insoportable. Ahí, en el pecho, cerca de la garganta, ahí debe estar el alma, hecha un ovillo. "Hasta ahora no te lo había dicho ", murmuró, "no porque no te quisiera, si no porque ignoraba por qué te quería. Ahora lo sé" . Pude respirar, me pareció que la bocanada de aire llenaba mi estómago. Siempre puedo respirar cuando alguien explica las cosas. El deleite frente al misterio, el goce frente a lo inesperado, son sensaciones que a veces mis módicas fuerzas no soportan. Menos mal que alguien explica siempre las cosas. "Ahora lo sé. No te quiero por tu cara, ni por tus años, ni por tus palabras, ni por tus intenciones. Te quiero porque estás hecho de buena madera." Nadie me había dedicado jamás un juicio tan conmovedor, tan sencillo, tan vivificante. Quiero creer que es cierto, quiero creer que estoy hecho de buena madera. Quizá ese momento haya sido excepcional, pero de todos modos me sentí vivir. Esa opresión en el pecho significa vivir.

"La Tregua", Mario Benedetti


Hace ya dos días, al enterarme del deceso de este gran poeta, lo primero que se me vino a la mente fue este tan conocido libro, que por lo demás, es mi favorito. Por esas cosas del destino, minutos más tarde lo encontré entre unas carpetas que estaban en mi casa, luego de estar perdido por casi dos años. Lo primero que atiné a hacer fue abrirlo, y cayó en esta página, la 145… mis ojos se fueron sin querer, deslizándose línea tras línea, como si fuese la primera vez que leía este trozo… luego lo cerré.
Ayer, al volver a casa luego de una triste tarde, me topé otra vez con el libro, lo abrí, y volví a caer en la misma página… y mis ojos otra vez se deslizaron,, pero esta vez mas atentos que la vez anterior, ya no solo lo leí, sino que sentí cada una de las palabras que ahí estaban escritas… y algo me pasó, esa sensación que hizo de este libro mi favorito…
Me lleno de nostalgia al leerlo una vez mas, me lleno de pena al saber que su autor ya no estará más, y me lleno de paz al saber que nos ha dejado gracias a su talento, su esencia…
Esta parte del libro no pudo llegar en mejor ocasión… en realidad, siempre lo ha hecho, desde aquel minuto en que por obligación debí leerlo, y por sumo placer repetí la experiencia dos, tres o cuatro veces… pero hoy adquirido un significado, cada frase, cada palabra… esa opresión en el pecho que sintió Martín Santomé y las palabras dichas por Avellaneda “Te quiero porque estás hecho de buena madera”… es como si en ambos estuviese algo de lo que hoy en día siento… igual que en aquel entonces, igual que esa tarde en que me sumergí en sus páginas por primera vez…
Hoy me sumo al dolor por la pérdida de un grande en la literatura hispana… y me sumo también al dolor por la pérdida de otro grande, en otro lugar, donde se que hará falta y se le extrañará, pero somos humanos, cada uno debe seguir su camino… pero eso es asunto de otra nota.

Mario Benedetti… gracias por escribir.

jueves, 14 de mayo de 2009

Quien escupe al cielo en la cara le cae


Siempre me he preguntado hasta adonde puede llegar el poder mental que tenemos los seres humanos.
Sin ir más lejos, cuando uno desea con todo su corazón ver algo, y lo piensa constantemente, sin más preámbulos, se cumple.
Hay quienes le llaman poderes psíquicos, otros la fe (la que no creo que cuente para desearle mal a alguien y luego se cumpla), y en este último tiempo, se ha divulgado que todo esto se refiere al “secreto”.
En fin, sea como sea, hace ya días mi parte malvada quería ver a mi ex retorciéndose por algún dolor físico, ojalá molesto, a pesar de que para variar decidimos seguir como amigos.
Ayer a la hora de once, por primera vez preparo un simple huevo deseando que por favor le caiga mal, y bueno, hace unos minutos me lo encuentro, pálido y con cara de espectro, y me dice que algo que comió – lo más probable a la hora de once – le cayó mal… y lo único que cayó a su estómago fue mi inocente huevito preparado con toda mi “buena” intención…
Para los que leen esto y piensan que intencionalmente le eché una especie de laxante al plato, se equivocan, pues yo igual comí de él, (aunque reconozco que ganas no me faltaron de agregarle una pisca de maldad al asunto)…
Quizás el aceite o los huevos estaban en mal estado, claro, si lo vemos desde un punto de vista lógico, el que a su vez, me exonera de toda culpa en el asunto… pero si en cambio fueron efectivamente mis malas vibras la que causaron que el “pobrecito niño” amaneciera color papel, me salió el tiro por la culata… pues algunas revotaron y fueron a dar a mí... y mi pobre estómago, en este minuto, también está sufriendo.

jueves, 7 de mayo de 2009



Me siento como si otra vez fuese aquella niña que al ver su amor platónico le ardía la cara, le tiritaban las piernas y se le hacía un nudo gigante en la guata. Siempre que experimentaba esa sensación me sentía torpe, lo raro era que me agradaba, buscaba a través de los pasillos del colegio a aquel personaje que tantas cosas causaba en mí, y que en algún momento, no entendí.


Hoy ya no estoy en el colegio, pero si me he acordado mucho estos días de ese señor que despertaba en tantas sensaciones para ese entonces nuevas para mí. Recuerdo que me avergonzaba que el resto del mundo supiera lo que yo sentía por él, pero a su vez medio colegio lo sabía. Me compre incluso un diario de vida, el primero de una larguísima serie que hasta el día de hoy conservo, con el objetivo de escribir allí las miles de cosas que con este señor me ocurrían, pues supuestamente nadie podía averiguarlas, era mi “secreto mejor guardado”… claro que a los 12 años, una niña entiende por secreto el contarle a todas sus mejores amigas, las que pueden ser pocas, pero que ellas a su vez tenían otras mejores amigas, y otras y otras…

Pasaron, increíblemente, años, antes de poder superar esta atracción infantil – en un comienzo – hacia aquel hombre… claro, luego se fue transformando en algo más que simples cosquilleos, ya no quedaba contenta con que solo me mirase y me sonriera, yo quería mas, y no me importaba las consecuencias que esto podía atraer (y claro está que si hubiese logrado mi objetivo, estas no habrían sido tan favorables, aunque no se pude asegurar nada, pues como me dijeron por ahí, en el juego de las probabilidades todo puede ocurrir), solo quería una probadita de ese dulce que tanto deseaba.


Pero, finalmente, jamás ocurrió algo mas allá de un simple coqueteo.

Hace un par de día lo vi de lejos… hace mucho ya que no hablo con él, y si hay algo que rescato, es que siempre nos llevamos de maravilla, conversábamos largo rato sin importar la hora, nos reíamos mucho, eran ratos agradables… y cuando lo vi, extrañé eso, y si, antes lo había echo, pero al parecer a soltería te hace pensar y sentir cosas que uno creyó olvidadas…(aunque si fuese por eso, la excepción sería mi ex que comenzó a sentir cosas olvidadas cuando aún estaba conmigo, pero eso es otra nota que quizás escriba otro día)

…quizás siempre lo recordé, siempre extrañe esa sonrisa pícara que me encantaba y esa mirada extraña y penetrante que de niña me cautivó. Sé que es muy complicado que volvamos a hablarnos de la misma manera que lo hacíamos años atrás, aunque no descarto la posibilidad, pues uno nunca sabe, quizás tanto deambular sola por esta ciudad algún día me lo encuentre... y espero para la próxima ir más atenta para poder acercarme y saludarlo como la gente.


Ahora, ¿por qué ahora me siento como en aquel entonces? ¡Es estúpido!

martes, 5 de mayo de 2009


¿Cuanto tiempo irá a durar todo esto?
que no daría por sentirme plena otra vez... que no daría por un poco de ese dulce una vez mas...
estoy cansada de siempre estar igual... estoy cansada de tener que cargar con los errores ajenos aunque yo no lo quiera asi...
¿porque otra vez esta esa estúpida paz? no tebdría porque, si hoy me siento mas a la deriva que nunca, me siento tonta, traicionada, como un niño al que ilusionaron con que el viejito pascuero existe y se dio cuenta que no es así...

Amor... ¿es aquello amor? ¿porque no tengo derecho a que me amen tanto como yo amo?

Me duele ese nudo en la espalda... al parecer esta vez las manos fallaron.

sábado, 2 de mayo de 2009

Quiebre... transparencia... Dr. house... ¿alguien entiende esto?





Se que es un tanto tarde para escribir una nueva entrada en el blog… puede que sea porque cuando una persona tiene un problema, o mejor dicho, “sufre un quiebre” como leí por ahí, el escribir es un buen refugio, un confidente ideal… yo sufrí uno por estos días, y si, prefiero llamarlo quiebre, un momento en el cual la transparencia se rompió, mi rutina cambio y me di cuenta que la estaba llevando a cabo, y claro, ese ejemplo que dice en aquel libro de que cuando uno va caminando, da los pasos por inercia y no se da cuenta de ello, simplemente lo hace, y al tropezar con una piedra se da cuanta de que algo falló y toma completa atención en el camino… si... eso me pasó, actuaba dentro de mi realidad, mi rutina… prefiero llamarlo así, además suena mucho mas lindo que decir que ha sido una desilusión… la verdad, esto último asta me suena un tanto patético, al igual que andar llorando por los rincones, o lamentándome de que las cosas no salieran como yo lo esperaba…

Y si… yo también puedo cambiar ¡obvio! Al tropezar con una piedra uno se da cuenta de que si sigue caminando así de despistadamente o por aquel sendero puede que tropiece con cientos de ellas… pero soy tozuda ¿no?... o simplemente todavía no puedo encontrar el camino pavimentado para poder llegar de manera mas rápida y segura a mi destino.


¿Y a que viene toda esta tonta introducción si de lo que realmente quería hablar era del tan famoso, admirado, incomprendido y alocado Dr. House?, la verdad, no lo sé, quizá guarde una pequeña relación con lo que hoy es mi vida... O lo que ha sido a lo largo de mucho tiempo… o lo que comenzará a ser de ahora en adelante… el asunto es que el tipo me llama la atención.

No quiero referirme a la serie en si, pues no cabe duda que es buenísima, buenos actores, buena trama, buen ambiente, y por último, no me puedo referir mucho tampoco, pues no soy una crítica, solo doy opiniones como una simple espectadora. En fin, de quien quiero hablar es del protagonista: House.

Sin duda, todos los que hemos dedicado tiempo en ver esta serie, nos ha llamado la atención lo,...digamos, “especial” que resulta ser este personaje. De partida, su inteligencia es sorprendente, algo que cualquier mortal envidiaría, ¿pero eso lo es todo?, pues esta claro que el tipo de relaciones personales, es poco lo que sabe.

Hoy viendo unos cuantos capítulos, y poniendo mucha atención a esto último concluí algo: es un maldito cobarde. Claro, cree que se las sabe todas, (bueno, como médico nadie se lo discute), pero cuando llegamos a su interior, se aterroriza… trata de ocultar sus emociones detrás de esa mascara de hombre frío, que nada ni nadie puede atravesar, en donde solo él se puede dar respuestas a sus problemas, donde lidia constantemente con su soledad. Y si, es un personaje que le aterra cuando esa debilidad que lleva ahí, escondida, aflora ¿y con quien aflora? Con quien menos quisiera que lo hiciera…

Solo pocos lo comprenden… solo pocos lo soportan ¡es que es tan irritante!, si todo el día se la pasa adulándose a si mismo, creyéndose el dueño absoluto de la verdad… es irritante una persona así de arrogante, presumida, egoísta y ególatra, que anda volando por ahí con sus delirios de grandeza ¿Cómo alguien puede estar con un ser humano de esta categoría?... quizás por su encanto… pues a pesar de que House es racional en extremo, siempre esas personas tienen esa vía de escape que atrae, esa locura excitante que nos invita a un mundo mas allá de toda cordura, llene de sorpresas, donde ningún día será igual que el anterior…

Y si… se que no soy como él, y bueno, doy gracias por ello… pero lo desagradable es en cierto modo entenderlo, y darme cuenta que la gente así me agrada en sobremanera, que la sensación de haber visto alguna vez siquiera su alma al desnudo da la sensación de que no eres un simple mortal en este mundo… pero esto, a su vez, es un acto de masoquismo puro y doloroso…

Ojala pocos se topen con personas como House, me refiero en cuanto a la vida personal… claro, pueden ser muy entretenidos, pero siempre llevan consigo una cartita bajo la manga que puede herir a quien se le acerque…

Ahora… si uno ama la aventura, los riesgos, y obviamente se es valiente, ¡vaya y sopórtelo! Pero aténgase a las consecuencias.

Y si… esta nota no tiene razón lógica de ser… como mi mente ahora… es una nota, como siempre se dice “sin patas ni orejas”

Cosas de antes

Cosillas que leo

 

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